Ensayo
In-dependencia de la información en Colombia
TESIS
La editorial ¡no más! del periódico Cundinamarca Democracia, escrita por el periodista Luis Agustín González, y publicada en diciembre del 2008 donde se hacían calificaciones criticas frente a la ex gobernadora y ex senadora Leonor Serrano de Camargo, generó innumerables comentarios sobre la libertad de expresión en Colombia.
El primer organismo en hacer un llamado a la justicia colombiana sobre la libertad de opinión, fue La comisión Interamericana de Derechos Humanos expresando[1]”quienes ocupan los cargos públicos deben aceptar, en mayor grado, su exposición a la crítica pública”, es muy coherente, pues al ser un personaje público se corre el riesgo de que todas sus actividades sean cuestionadas positiva o negativamente.
Es en este aparte donde se cuestiona, si fue libertad de expresión, o calificativos críticos por parte del periodista González frente a la ex gobernadora Serrano en la editorial que lo mantuvo en aprietos por largo tiempo.
DESARROLLO
El 29 de febrero del presente año, el juzgado superior de Cundinamarca condenó al periodista Luis Agustín González a 18 meses de prisión y al pago de una multa que equivale a 17 salarios mínimos legales mensuales vigentes, por el delito de injuria, lo que ratificaría la gravedad del asunto frente a la libertad de opinión en Colombia, argumentando el juzgado, que el periodista González cayó en calificativos críticos, mas no en opinión editorial como tal.
Esta decisión se contrapone con la jurisprudencia colombiana y los derechos internacionales que inmunizan la libertad de opinión frente al buen nombre de personajes y funcionarios públicos, quienes constantemente están en juicios de valor por parte de los medios de comunicación y el público, o en este caso del pueblo.
Cuando un periodista, quien es la voz del pueblo, es censurado como fue el caso de González, se cataloga como violación de un derecho a la libertad de expresión, ya que un pueblo sin la habilidad de opinar libremente sus ideas, de denunciar y clamar cambios, estará condenado a la opresión. Ahora bien, se entraría en la discusión de si lo que González hizo fue opinar, o incidió en juicios de valor; porque lo que se puede notar a simple vista, son acusaciones que pueden tener mucho peso jurídico, pero que el periodista no argumentó en su columna cada una de las denuncias hechas a Serrano, dejando cabos sueltos y sin peso jurídico su opinión.
La labor de un periodista es difundir la información, claro está, información que sea veraz y que tenga peso a la hora de publicarse, el error que González cometió fue no argumentar cada una de sus acusaciones como lo cita el artículo 15: [2]”Todas las personas tienen derecho a su intimidad personal y familiar y a su buen nombre, y el Estado debe respetarlos y hacerlos respetar. De igual modo, tienen derecho a conocer, actualizar y rectificar las informaciones que se hayan recogido sobre ellas en bancos de datos y en archivos de entidades públicas y privadas”. Esto fue lo que le dio pie a Serrano a hacer una denuncia penal en los juzgados de Cundinamarca, sin dejar de lado que cada periodista escribe y cuestiona con toda la libertad del caso.
CONCLUCIÓN
El arte de escribir y más aun de generar opinión, no es tan simple como muchos creen; por lo contrario es más delicado de lo que se imagina. El poner en tela de juicio temas como el que utilizó González en la editorial ¡NO MAS!, ponen en riesgo la carrera de toda una vida [3]“Colombia es un país muy difícil para hacer periodismo, en sí, el periodismo crítico o independiente, desde el estado hay acciones en contra de algunos periodistas, como también hay acciones de organizaciones al margen de la ley contra la libertad de prensa”.
El escribir es tan importante como el informar, pero esto ante todo con mucha veracidad y con cuestionamiento de las fuentes, el escribir para un medio que genera opinión es delicado no solo para el medio de comunicación como tal, sino que también para el periodista.
Por: Paula Andrea Velásquez Díaz